Document Type

Article

Publication Date

2005

Journal Title

Revista de Derecho

Volume

12

Abstract

¿Es posible el imperio del derecho (rule of law)? El derecho, para imperar, debe ser impuesto. Pero cuando es impuesto, puede no ser el derecho mismo sino aquellos que lo imponen quienes imperen. Para sujetar estas autoridades firmemente al derecho, ellas también tendrían que estar sometidas no sólo al derecho mismo sino a una fuerza aún más poderosa que podría ser igualmente arbitraria. De este modo, el sólo esfuerzo por asegurar el imperio del derecho conduce a la creación de potenciales tiranos cada vez más poderosos.

Dicho de otro modo: si se suprimen la policía y los tribunales de justicia, con el sólo objeto de dejar al pueblo sometido verdaderamente “no al hombre sino sólo a Dios y al derecho"1, se estaría incitando al desorden. Pero, por otro lado, si se otorga a la policía o a la judicatura – o a sus superiores – plenos poderes para instar a la obediencia, se estaría abogando por una tiranía ilícita. El derecho existe en tensión tanto con el orden como con el desorden.

En principio, la única vía posible para eliminar esta contradicción, inherente al ideal de imperio del derecho, sería fortalecer a unos mandatarios finales que sean perfectamente desinteresados y sabios, de tal manera que puedan aplicar el derecho en forma infalible. El derecho puede imperar, puede ser absolutamente compatible con el orden, sólo si las autoridades humanas - a quienes el derecho está confiado en último término - están decididas y capacitadas para aplicar nada más que el derecho.

Included in

Rule of Law Commons

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